El mandatario aseguró que lo sucedido es un atentado a la niñez, al pueblo indígena Awá, al pueblo de Samaniego, al de Nariño y de Colombia. Recalcó que la ciudadanía no puede seguir indiferente ante expresiones atroces de violencia como esta y llamó al país a avanzar en medidas eficaces de defensa de los derechos humanos de las niñas y niños. Habrá recompensa de hasta 50 millones pesos por información asertiva que conduzca a la captura del asesino.  

“Lo ocurrido aquí en Samaniego es un atentado contra lo más sagrado de nuestra sociedad: nuestras niñas y niños”, así inició el Gobernador de Nariño, Camilo Romero Galeano, su intervención en el plantón de rechazo por el feminicidio de la pequeña Karen Andrea Bernal García.

En medio de un plantón y previo a una eucaristía en memoria de la niña de la comunidad indígena Awá, el mandatario llamó a la reflexión a la ciudadanía para no caer en ningún momento en la indiferencia como sociedad ante la atrocidad de la violencia.

“Algo está pasando en Samaniego, en Abades y en varias subregiones de Nariño, y es que no solo no llegó la paz, sino que se agudizó el conflicto. Algo está pasando, pero lo que no puede pasar tampoco es la indiferencia de la ciudadanía, lo que no puede pasar es que no esté Samaniego rechazando este acto atroz contra Karen Andrea”, afirmó el Gobernador quien habló con la mamá de la menor para extenderle un mensaje de solidaridad y apoyo en nombre del pueblo de Nariño.

El mandatario departamental anunció un aumento en la recompensa por información que conduzca al asesino de la pequeña. “Estos atentados no pueden quedar en la impunidad. Hoy vengo a decirles que hemos incrementado la recompensa a 50 millones de pesos porque necesitamos que se actúe con celeridad, que haya justicia en este caso y que nunca más vuelvan a ocurrir estos hechos”, dijo.

A su vez, el Gobernador destacó el trabajo del Secretario de Gobierno, Mario Viteri Palacios, quien, desde el primer momento, y por instrucción suya, ha acompañado este caso en el que además la Gobernación proporciona una ayuda humanitaria y psicosocial a la familia de la víctima.